domingo, 23 de julio de 2017

Trolls (2016). Bella, pero vacía (6/10)

Esta película de Dreamworks está atiborrada de colores y luces, música y acción. Nada más en los primeros 15 minutos hay como 3 canciones de celebración. Y todas son (como) vídeos musicales. De hecho, la película parece un solo, largo, vídeo musical.

La pelí está excesivamente dirigida al público infantil. Digo "excesivamente" porque, a diferencia de otras películas de 3D (sobre todo las de Píxar), esta película no tiene ningún mensaje "serio" o por lo menos historia, que los adultos podamos disfrutar. Es una película infantil. Realmente infantil.

Estos son los personales principales: la princesa Poppy y Ramón (Branch, en inglés). El único personaje con cierta profundidad es Ramón, cuyo mal genio es el único descanso de estos seres "diabéticamente" dulces.
Un juego de luces y colores, tremendamente bien hecho, pero intrascendente. Se salva, de todas maneras, porque definitivamente hay una historia y hay cierta coherencia. Lo mata la poca profundidad, un final inconcluyente y algunas bromas escatológicas, realmente innecesarias. Eso sí: ¿tienes una hija de tres años? ¡Le encantará! 6/10.

Anatomía de un Asesinato (1959). Supremamente bien hecha (8/10)

Esta película ha sido llamada la perfecta película judicial. Toda trata sobre el mismo juicio: si un asesinato fue justificado o no, tras una posible violación.

Buenas actuaciones de los grandes James Stewart, George C. Scott y otros. Esta escena, en la que los abogados discuten con el juez cómo hablar con decoro de una prenda íntima femenina (totalmente concerniente al caso), es un testimonio de la modestia, sobriedad y decencia de otros tiempos.

Muy lineal, sin recovecos ni trucos. Más o menos fácil de entender para un tema que tiende a volverse complicado. Excelente narración y dirección. No demasiado entretenida para el espectador contemporáneo, pero no por eso mala. Todo lo contrario. 8/10